domingo, 13 de noviembre de 2016

Camino hacia el destino..







“A ti, que pensaste alguna vez en la magia de lo espiritual, que lloraste por amor, que creíste en un sueño. A ti, que sabes lo importante que es compartir con otros el brillo de una estrella… A ti te invito a olvidar las palabras que no entienden el dolor que no se expresa y a no olvidar que las mejores almas están hechas de cosas imposibles.”
-Anónimo














¿Qué es el destino? Según el diccionario, el destino es la “fuerza o causa desconocida y superior al género humano que se supone que controla y dirige inexorablemente todo lo que va a ocurrir, e incluso, la existencia de las personas.”. El destino es uno de mis temas favoritos. Es un concepto con el que me he familiarizado a lo largo de los años, porque soy fiel creyente de que existe.

Creo que hay algo más, no sé si llamarlo energía, cosmos, magia, un plan maestro o simplemente nombrarlo ''destino'' (pues éste es un término que abarca todas estas cosas lindas).

Me parece que existe un camino trazado, en el cual, claramente, nosotros tenemos la libertad de tomar decisiones, así es la vida: Tenemos ese maravilloso poder de ''elección'', pero pienso que, en ese camino ya trazado, hay cosas que determinan el lugar, la cosa o la persona a la que llegaremos.

 El destino es algo de CAUSALIDADES y no de CASUALIDADES, con esto quiero decir que cada acción tiene una causa mucho más profunda de la que creemos. 

Existen chispitas de colores, y digo de colores, porque las veo como pequeñas señales maravillosas que hacen recordarnos que estamos por el camino correcto. Estas señales que vamos teniendo a lo largo de nuestra vida se presentan como seres humanos increíbles, como un libro que nos regalaron, como un consejo que nos dio la persona que iba sentada al lado de nosotros sin si quiera conocerla, como esa frase que apareció mientras caminábamos, misma frase que nos ayudó a tomar una decisión importante, o como ese momento en que no alcanzamos a tomar un taxi, teniendo que esperar tres minutos más y, gracias a eso, conocimos al amor de nuestra vida… O no sé, tal vez pueda sonar loco, cursi y soñador, pero estoy casi segura de que les ha pasado más de una vez: Éstos son momentos clave en nuestra vida; sabemos que teníamos que estar en ese preciso lugar, a esa hora, con esa persona, porque si no, las cosas hubieran sido completamente diferentes, distintas.

















Durante el camino –en este encuentro al destino– se valen atravesar muchas facetas que nos llevan al aprendizaje. El aprendizaje es básico y esencial. Soy de la idea de que no está mal equivocarnos, es más, hay que hacerlo hasta el fondo, siempre y cuando, al momento de levantarnos, lo hagamos con muchas más herramientas que la primera vez que nos caímos, ya que, en mi experiencia, la vida se encarga de volvernos a poner lecciones no aprendidas con el fin de mejorarnos. Hay que sacarle el máximo provecho a nuestras caídas para volverlas grandes aprendizajes.

Debemos entregarnos, porque no hay manera más bonita de llegar a tu destino que entregándose. Creo firmemente que, cuando quieres algo, y pones todo tu corazón, energía y alma en ese algo, el universo conspira en que ese algo suceda. No importa quién quiera creer en tu camino; quién te diga que estás loco; quién te quiera hacer sentir menos una y mil veces o, incluso, quiera apoderarse de tus sueños. Si tú confías en ti, te visualizas, ¡y claro!, trabajas día con día por eso que te hace feliz, te puedo asegurar algo: las cosas ocurrirán.



Hay que estar atentos: no hay que ir por la vida poniéndole atención a cosas sin importancia, a gente que no nos aporta nada, a las malas vibras, a lo que nos distrae de las cosas que verdaderamente valen la pena. Hay que quedarnos con las cosas bonitas que nos aportan para llegar a ser mucho mejores: lo que nos construye, lo que nos cultiva, lo que nos hace crecer y ver las cosas de una manera distinta, todo eso que nos impacta y nos hace realmente felices.

Respecto al amor, no hay que preocuparnos tanto; yo soy de la idea de que el amor es de las pocas cosas que no se pueden forzar: el amor es de dos, tiene que fluir, es algo que ocurre: se siente, se sabe. Cuando dos almas se encuentran y están destinadas a estar, no hay poder que haga que estas personas se separen por completo, pues existe algo que las une y las unirá por siempre, aunque no permanezcan. Estas personas son como esas chispitas de colores maravillosas que mencionaba arriba, tienen una misión importante, si deben seguir en tu historia, ten por seguro que volverán a cruzarse, si no, significa que su misión ya fue cumplida. 







Por ultimo creo que hay que sacarle el mayor jugo posible a esta aventura con todo y sus malos momentos; prestemos atención a esos pequeños detallitos que nos pone la vida, al final esta en nosotros el darles la bienvenida o huir de ellos.... ya que somos los únicos que tenemos el poder de hacer que nuestra historia sea extraordinaria!!!







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